lunes, septiembre 18, 2006


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sábado, septiembre 16, 2006

Geograficamente incorrecto.

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Mi trabajo me a costado poder gritar Independencia, mientras culebreo en Dawson`s Saloon o en los entretantos de las platicas hogareñas sin zona horaria a la vista. Y desprenderme de afectos y aferrarme a defectos no me hace menos sensible ante cualquier canción de Vegas o de Corcobado, no me quita objetividad en el debate de A.m Homes y sus escándalos excedidos, no me libra de voltear la mirada y desear arreglar problemas que no me pertenecen ni tampoco me absuelve de las veces que sé estoy tomando ventaja en una relación con fecha de caducidad.

Cuando me siento en tristeza inmunda siempre hojeo la antología de Jorge Luís, no sé como alguien puede llegar a imaginar metáforas tan grandiosas que personalmente me hacen llegar a solucionar (metafóricamente) o saber decir como es que me siento ahí en ese minuto de pleno vacío.

No son más silenciosos los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
divino, te buscamos vanamente;
más remoto que el Ganges y el poniente,
tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano. Has admitido,
desde esa eternidad que ya es olvido,
el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño.
.
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A un gato. J.L. Borges


Termino caminando solo pero siempre pensando a donde iré a buscar cafeína los domingos a las 8 , que haré con el dinero que no tengo o que enunciare cuando mi madre me vea entrar de nuevo por la puerta. Me incomodo para no sentir algodones de azúcar en los pies, para no pasar la lengua en las sabanas que ya no saben a ti. Si abrazo a las demás es por que necesito olvidar.

Tímidamente pienso en el río nazas y sus alrededores,
tímidamente mientras me enrosco en la cama
y mis tres almohadas me ocultan del techo
que me sugiere la huida.
.
.
.
.
.
me-

martes, septiembre 12, 2006

From the communism of the hemispheres of mine.

Clarificar, sin duda,
debiera ser una palabra acentuada,
de tono rasposo y sangrado en su territorio circular.

Con aliento de río rocoso después de montarle
y caer cincuenta y ocho veces.
Después de purgar nuestros, ya,
indistinguibles ojos grises.





“Before we sign –yes-“

And turn to dust.



Me-
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lunes, septiembre 11, 2006

La censura de mi ventrílocuo .

Antonio, mi sabueso de ojos grises, me olfatea y se larga un par de horas a los olivos. Envidio su libertad y su galope de metralla. No me deprimo cuando pienso que es a él lo que más he querido desde el bólido decembrinas, pienso que lo sabe. Tamales chancleta, gafas, Faulkner, Cummings, el Kipling de Royal y la nariz de Victoria en el morral que hoy no cargó nada ilegal.

No tengo a quien ame o vida que quiera o muerte que robe.
Por mí, como por las hierbas un viento que sólo las dobla
para dejarlas volver a aquello que fueron, pasa.
También por mí un deseo inútilmente sopla
los tallos de las intenciones, las flores de lo que imagino,
y todo vuelve a lo que era sin nada que acontezca.

Odas de Ricardo Reis

La terapéutica resaca, que te obliga a no alborotar los hemisferios, me silencia y cabalgo a pescar la mejor especie del Pánuco . Fracaso, pero me convenzo de que lo hice bien, hoy nada me bajará de esta nube de pretenciosa paz mental. Suelo retocar imágenes que no quiero olvidar por lo pronto, memorizo frases y gesticulaciones muy sencillas. Pero no importa que tanto cuides a las plantas, terminaran por morir.

"Vivir es como hacer una suma larga: es suficiente con haberse equivocado en el total de los dos primeros sumandos para ya no encontrar nunca la solución"
Del libro del desasosiego.

Preciso el diámetro en el que sé que no precipitaré ninguna decisión al regreso, suelo apagarme cuando discuto en soledad mis absurdas importancias. A veces uno pierde el afán, el hilo conductor al estomago por nuevos apetitos y ,al igual que Proust, acelero la hora de dormir en el medio del verde y la tala clandestina , entre las palabras que no se eslabonan y los planes que escondo cuando llega la hora de firmarles.


El sol recoge los hilos, los arrincona y yo salgo a la luz que no me deslumbra.
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