Tantas vidas que podemos vivir en una sola
Y decidimos ahogarnos en el arroyo mas pacifico.
Tragaluces con marcos opacos y velas
en los candelabros que la circundan.
Y la grabación con las vocecitas
que le suspiré en el día de la cumbre
Tantas reglas que nos quedan por romper
Y no advierto más que atarme a sus cadenas.
Ni la capa ni el sombrero
Escondiéndome.
Indefenso ya, como el caracol que soy,
y aun no te fascinaste.
Tantìsimas promesas por inventar
Y solo se me ocurre querer sonsacar tu sonrisa más bonita.
Esto es apenas lo que soy,
o lo que dice en viento que parezco.
Diego de la Vega.