martes, agosto 01, 2006


... Pero él gemía suavemente, miserablemente, sin lágrimas, el sonido grave y profundo
de toda la miseria existente bajo el sol.


Si hay dolor
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Si hay dolor, que sea sólo lluvia,
y ésta sólo dolor de plata, por el dolor en sí.
Si estos verdes bosques soñaran aquí,
para despertar en mi corazón,
yo amanecería otra vez.
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Pero dormiré, pues ¿dónde hay muerte
mientras en estas tristes y ensoñadoras colinas,
tenga yo, como el árbol, mi raiz?
Aunque esté muerto, esta tierra, que se agarra a mí,
me encontrará el aliento.
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