martes, mayo 12, 2009

Efectos especiales.

...

EFECTOS ESPECIALES
by ESTRANGED.


Chaz¡

Apareció una idea, este tipo era un diamante en bruto, a veces menos diamante que otras, pero es que la palabra gestación se activaba en su mente con tronar los dedos. Tuvo una visión que, según sus cálculos, le bastarían para alcanzar la Gloria, la había deseado desde tiempos lejanos, había tenido ya algunas teorías pero en esta ocasión tenia la mente clara y los puños impetuosos, la formula que conduciría todo el plan lejos del desastre o siniestros. Leia a escondidas conjeturas pasadas y a veces sentía que su pecho bombeaba como nunca antes.
,
Llegar a tener una certeza le había costado naufragios y destierros desde su mismo eje, perderse en el mapa mental que uno mismo traza debe ser muy desabrido. Después de la tercera guerra mundial nada ni nadie tenia la libertad del sentimentalismo o de mentalizarse en metas de gobiernos de democracias perfectas. Se robotizo el ambiente y las mentes de los comensales estaban sometidas. -A esto teníamos que llegar- dijo el dictador que todos avalaban con alevosía y ventaja. El amor nos había cuasi exterminado, el amor por ideologías imbéciles, repetía el dictador. Pero al fin amor. Las ventas de la perfección como la juventud eterna, viagra y la moda de diseñador habían sido enterradas. Eran considerados los herejes de la era moderna.

Es por eso que no se había tenido necesidad, nunca, de forzar la maquinaria de la improvisación pues se era libre mientras no intentaras más allá de nacer, reproducirte y morir. El arte era un tema de constante discusión en los foros internacionales que ahora eran agendados en Sudamérica, donde los pocos europeos sobrevivientes fueron recibidos con gentileza. Se discutía sobre el libre albedrío de la literatura en general, pero se peleaba por los temas que debían censurarse. Como hablar de tecnología en una obra literaria, de armamentismo, de –pelear- por los derechos de tiempos pasados, de sucumbir ante el amor “de las mariposas”.

Pero el revolucionario siempre aparecerá. Cuando el planeta tierra deje de existir y se hable de esta raza humana se hablará de este líder provocador como un cliché, como un mal necesario, como la célula de lo que representamos a lo largo de la historia; insatisfacción, perfección, poder. Y, por supuesto, de su antagonista favorito; el anti-lider que profesa la calamidad y las cortezas ensangrentadas. Real o metafóricamente hablando.

Pero el diamante no era turbulento, su periferia estaba rodeada por libretas clandestinas y planes del sabotaje interno, tales como la resistencia al olvido, aprehensión a terceros, masturbación mental. El nudo en la garganta. Tenia drogas sencillas; interpretación de letras o gestos, sugestión al cambio. Y el olor a tierra mojada. Destilaba poesía pero el concepto le era vago e intrascendente. Le escribía a una mujer clandestinamente. “Su retrato se cuela por mis muros, las cortinas se desgarran como persianas”, se decía a si mismo
.

Cuando se atrevió a darle el trozo de papel directo a su mano vino la peor catástrofe; escalofríos. El pecado moderno peor visto. Le tomo fuerte el brazo y su resplandor le paralizo el bombeo de sangre a sus ideas, por sus venas zigzagueaba un incomodo vínculo que le tenia paralizado. La mujer sintió las mejillas rojas y huyo. Como en los viejos tiempos. Su gesticulación era desconocida para ella misma y el cosquilleo eléctrico hizo descuidar la mesura que debían demostrar los ciudadanos del último siglo. La autoridad en las calles le noto de inmediato y fue increpada. El diamante, ahora solo bruto, venia corriendo detrás y esta no tuvo remedio mas que delatarle.

Fueron tras el, bajaron escaleras, subieron edificios. En su maratón no pensaba quien venia detrás, sino, que le esperaba después. La ansiada gloria, el éxtasis de una inquietud embrutecedora. Le tomaron por la espalda y reacciono demasiado tarde, su cuerpo se torció al lado incorrecto de la libertad y cayó varios metros.
Lo importante no fue eso, fue caer de una altura aún incurable; la desilusión.


Crack, crack.
Fractura en el pecho.

Ahí supo que nunca más le alcanzaría.



Fin.