miércoles, junio 03, 2009

El manoseo de la letra poética.


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Este ejercicio nacio por el hecho de leer poemarios diversos en viajes solitarios y, entonces, fragmentar poesia variada no es recomendado en altas dosis. No se deje al alcance de los rosas.





METAFORA I
Mi llanto mojaba la lluvia desde mi posición fetal y mis rodillas decoraban el pavimento con su roja sangre.

Todos esos pensamientos que bloquean lo que buscamos, ese colesterol mental que obstruye el buen fluir del aire en los hemisferios son, en realidad, excusas para aplazar los fracasos o la poca idea que tenemos del siguiente paso que hay que dar. Solía delirar, enajenado por conceptos de amores invencibles (o invisibles) que desmoronaban las pocas peleas que le ganaba a la vida o a mis medrosas aprehensiones. Hoy mas que nunca creo que el amor no es mas que una sugestión. La más violenta y hermosa forma de morir, dijo el poeta. El amor esta sobrevalorado pues toma demasiado tiempo entenderle, digerirle y luego olvidarlo. Es totalmente comparable con las guerras, pues cuesta mucho dinero sin que eso te garantice salir triunfador, diría el escéptico.



METAFORA II
Porque te fuiste, y yo quede con los bolsillos rotos por mis uñas que no se atrevieron a detenerte.

Nuestras decisiones (las que tomamos desde el tuétano de nuestra convicción) son en si difíciles de tomar. Es entonces incomprensible querer desmenuzar o refutar las ajenas. ¿Qué nos detiene entonces cuando el prójimo decide partir? Respuesta: nuestra imbecilidad y dependencia a los estímulos de la seguridad conyugal y lo poco que nos conocemos como para caminar unos cuantos metros o kilómetros solos.
No, nunca, jodete, nunca cambiaran su connotación negativa o de rechazo, así como muerte, mas allá, infinito, nunca estará dentro de nuestro alcance comprender y, por eso, les velamos y resignamos cuando, por ejemplo, ocurre el deceso de nuestros entrañables familiares o amigos. Entonces ¿Que carajos hacemos engrandeciendo la huida cobarde de una persona medrosa y desubicada como nosotros mismos?



METAFORA III
La flecha habitaba dentro, muy dentro, y el dolor era superior a mi alma que aun protegía tu recuerdo.

Hay un libro que se llama –filosofando a martillazos-, hoy, cuando no somos capaces de avanzar por estancamientos inútiles, escribimos el libro llamado –embrutecido a martillazos-. Cuando nos toca perder también nos toca tirar el siguiente volado. En los sentimentalismos o en el siguiente peaje a pagar.



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El autor del blog se deslinda de cualquier mujer o persona rosa que se sienta aludida o agredida por las opiniones del tema mas –importante- de las ultimas décadas. Estas letrillas son solo un consejo: no pierdas el tiempo.



Me-