...
Tengo enormes listados
Unos caducos, otros inconexos y algunos fantásticos.
Mi fe ya no pertenece a un par de piernas, hoy es toda de los laxantes
de la píldora del next day y de mi perro Maximiliano.
Tengo enormes ideas
Unas antes pensadas, otras antes escritas y
algunas crueles cursilerías:
Quiero erigir un muelle a tus pies, lanzarme sin anclas,
Pescarte un escalofrío,
Desayunarme tus aureolas cuando me apetezca y
dejar de ser rana cuando así te convenga.
Resiento tanto cuando no estás silenciosa
Y tenga yo que interpretar tus palabras
Imaginarme que –hola- significa –demolición-
Pensar que tus gafas negras son la conjetura de tu ausencia.
Resiento tanto cuando no encuentro tus huellas en la alacena.
Quiero flecharme a tus cabellos
y no distinguir si lo nuestro es una estación o una premonición.
Quiero despintarte la boca a mordidas
inventarte una nueva cicatriz y que luego me lo refieras,
quiero que riñas y que el temblor del forcejeo te regrese
la sonrisa de saberme tuyo.
Yo solo tengo fe en los laxantes, en los purgantes, en algo que me repare del humo que se me impregna cada vez que obedezco las ordenes que me extinguen la claridad del iris.
Creía que el amor era como una época de míticos fulgores..
pero estoy helado del terror.
Me-
Unos caducos, otros inconexos y algunos fantásticos.
Mi fe ya no pertenece a un par de piernas, hoy es toda de los laxantes
de la píldora del next day y de mi perro Maximiliano.
Tengo enormes ideas
Unas antes pensadas, otras antes escritas y
algunas crueles cursilerías:
Quiero erigir un muelle a tus pies, lanzarme sin anclas,
Pescarte un escalofrío,
Desayunarme tus aureolas cuando me apetezca y
dejar de ser rana cuando así te convenga.
Resiento tanto cuando no estás silenciosa
Y tenga yo que interpretar tus palabras
Imaginarme que –hola- significa –demolición-
Pensar que tus gafas negras son la conjetura de tu ausencia.
Resiento tanto cuando no encuentro tus huellas en la alacena.
Quiero flecharme a tus cabellos
y no distinguir si lo nuestro es una estación o una premonición.
Quiero despintarte la boca a mordidas
inventarte una nueva cicatriz y que luego me lo refieras,
quiero que riñas y que el temblor del forcejeo te regrese
la sonrisa de saberme tuyo.
Yo solo tengo fe en los laxantes, en los purgantes, en algo que me repare del humo que se me impregna cada vez que obedezco las ordenes que me extinguen la claridad del iris.
Creía que el amor era como una época de míticos fulgores..
pero estoy helado del terror.
Me-
